Ante una plaza abarrotada de gente los solistas Jacobo Christensen y Carlos Apellániz fueron ganándose el favor del público a cada pieza. No quedó duda del virtuosismo de Jacobo con el violín que interpretó con pasión y carácter piezas exigentes como los «Aires Gitanos» de Pablo Sarasate. Por su parte Carlos, encandiló al público con las conocidas piezas de Chopin, «Nocturno nº2» y la «Polonesa Heroica». Como colofón al concierto tuvieron que hacer hasta tres bises, cerrando su actuación con las «Czardas» de Monti y el tango de Gardel «Por una cabeza».
[enlace]